Resulta curioso, en conversaciones mantenidas con un buen número de destacados miembros del PSOE local sobre el caso Roblepark y la posible implicación de Cristina González, llegas a una conclusión clara: en la calle Cuenca están francamente divididos. Aproximadamente un tercio piensa que la Concejala de Obras y Servicios tenía que haber dimitido; otro tercio cree que tiene que dimitir lo antes posible y, el resto, salvo Pedro Castro, está por la labor de continuar como si nada hubiera pasado, dado que, dicen, sólo ha cometido un error administrativo.
Decía que resulta curioso ya que la postura del Alcalde, ladino él, como siempre, se inclina por el socorrido Gambito de Dama: Promover la fuga de Cristina González a la emergente Unión, Progreso y Demagogia para, una vez consumada, acusarla de corrupta y manchar la imagen nonata del partido de Rosa Díez en nuestra ciudad. Con esa ingeniosa fórmula paliaría notablemente el deterioro de credibilidad que sufriría al haberle dimitido dos concejales en dos años de mandato. Pedro en su línea, maquiavélico.
Resulta curioso que, al igual que los zapatos de plataformas imposibles, los vaqueros destrozados, Vientos del Pueblo o los peinados de cardados con gálibo, se haya puesto de moda votar a UPyD entre quienes no tienen claro lo que piensan, de dónde vienen y, sobre todo, a dónde quieren ir. Y resulta más curioso aún que determinados ladrilleros de Getafe que, desde que el mundo es mundo, desean fervientemente un sillón en el salón de Plenos, se estén alineando decididamente (¿y también financiando?) con la formación de Rosa Díez. Curioso también resulta que el vehículo que, megafonía atronadora mediante, iba pidiendo el voto para UPyD, no hablase de propuestas electorales, su único mensaje era: Vota al partido de Rosa Díez. Aleccionador.
Resulta, por fin, curioso que, una vez finalizada la temporada futbolística, sean las formaciones políticas getafenses las que empiecen a mover banquillo:
Comenzó Izquierda Unida con la elección de Javier Viondi como Coordinador General de Getafe, en sustitución de Ignacio Sánchez Coy.
En el Partido Popular no es que muevan banquillo, es que a Carlos González Pereira llevan moviéndole el sillón desde al patada hacia arriba de José Luis Moreno y, aunque se resiste, acabará cayendo por las buenas o por las malas.
En UPyD corren mucho pero recuerdan a una competición de 100 metros lisos para personas sin sentido de la orientación, cada uno para un lado y todos creen dirigirse a la meta.
¿Y en el PSOE? El mister ya ha dado la orden: Quique Macías, salga usted a calentar.
Pues si, resulta curioso.