sábado, 31 de enero de 2009

ESTOY HARTO


Hace unos meses escribí sobre el movimiento del “Hartismo” y sus benéficos efectos sobre la mente de quien lo practica. Recapitulemos, se trata de manifestar públicamente, sin ningún tipo de miedos, reparos o cautelas de tipo moral o social; todas las cosas de las que estamos hartos. Allá voy:

Estoy hasta los mismos huevos de Esperanza Aguirre y su trouppe de consejeros (los “estrella” y los estrellados), cuerpo de asesores áulicos, muñidores de zarracinas, lameculos, espías, espiados, espiables, empresarios de cabecera, privatizadores del aliento, mentirosos enfermizos, tramposos profesionales y, por qué no, del cirujano plástico de la Lidere S.A. (que no se hubiera puesto).

Me encabrona que el paraguas de la crisis ampare todo tipo de actitudes repugnantes, que bordean el delito, por parte de empresarios, financieros, cambistas de baja estofa, usureros vestidos de Armani y gobiernos cobardes: Condescendientes con el poderoso e implacables con el débil. Y se queden a la intemperie los de siempre: trabajadores, inmigrantes, desheredados y clases humildes que se desloman a diario sólo para poder comer.

Detesto profundamente a la Iglesia (cualquiera) y todo lo que representa y la acompaña. Dos mil años de argumentos me respaldan. Extensivo a cualquier religión que pretenda gobernar la vida de sus practicantes.

Me dan arcadas de odio con cada agresión desalmada, miserable y cobarde de Israel a Palestina. Parece ser que las enseñanzas de la Historia sólo son aplicables en una dirección y los Derechos Humanos no se aplican a quien, previamente, se ha tratado de deshumanizar... Puagg.

Me salen granos en defensa propia por toda esa gente que se levanta temprano para poder estar indignada más tiempo. Coléricos sin causa que van por la vida intimidando a los que les rodean con su gesto adusto y el comentario seco y cortante, sea cual sea el tema que se trate. Gilipollas.

Me da una rabia atroz, sin vacuna posible, la manera inmisericorde con la me han caído los años encima...

...Que a gusto me he quedado.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Y yo...