miércoles, 14 de noviembre de 2007

¡¡PELIGRO, RATAS!!

Debo reconocer que estoy preocupado, seriamente preocupado, por esta plaga de ratas que, aún siendo pocas, se pasean impunemente por nuestras calles dejando un rastro de repugnancia y hedor insoportable allá por donde pasen.

Llevaban cierto tiempo intentando asomar su feo hocico desde las alcantarillas donde se esconden sin encontrar un rechazo manifiesto de las personas que, andando por la calle, se limitaban a volver la cabeza. Ahora, sin embargo, crecidas en su altanería, han tomado con organización militar las calles que tanto añoraban.

Como cualquier alimaña que habite en el subsuelo, encontraron la salida natural en el metro, a la altura de la estación de Legazpi y, cegadas por la luz, arremetieron contra todo lo que encontraron a su paso, llevándose por delante la vida de un joven de 16 años.

Siendo, como son, una plaga, hay comportamientos humanos que las provocan y alientan, y, concretamente, desde hace casi cuatro años, no dejan de percibir alimento en dosis generosas. No tengo del todo claro que los amantes de estos animales sientan algún tipo de arrepentimiento o, al contrario, se encuentren satisfechos porque sirven a sus intereses y a las tesis de: Cuanto peor, mejor.

Debemos ponernos en marcha de inmediato, te todos es sabido la gran cantidad de enfermedades que transmiten estos roedores y, también, los métodos para acabar con ellos, por un lado los preventivos: Extremar la higiene, procurar que no encuentren alimento que les engorde o eliminar sus espacios de procreación. La eliminación física pasa por las famosas ratoneras, veneno o el tradicional empleo de gatos, de probada eficacia.

Sea como fuere, el 20-N, habrá que estar al loro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con tu comentario. Solo un matiz. No sabía que esos asesinos descerebrados, habían pasado a un estadio superior. Pensaba que solo eran heces de las mismas, que utiliza el PP como abono para su crecimiento

Dr. De Luna dijo...

cuando dices abono te refieres a la sustancia que les alimenta ¿verdad?